EL ESPINAR INFORMACIÓN: La iglesia y Fonda de San Rafael

El pasado año (1983) se celebró el cincuentenario de la actual Iglesia Parroquial de San Rafael dedicada al Arcángel de este mismo nombre. Con motivo de esta celebración he considerado dar a conocer a los vecinos de San Rafael y de El Espinar, algunos datos relacionados con la construcción e inauguración de la primera iglesia construida en el siglo XVII, e inaugurada el día 19 de marzo del año 1796.

En el año 1798, don Antonio Ponz, viajero itinerante e impenitente de la geografía española, sale de Madrid, en su periplo andariego, para recorrer algunos pueblos de la provincia de Madrid y de Segovia.

Inicia su andadura por el viejo camino carretero, ya adaptado a las nuevas exigencias del servicio realizado por las Diligencias dedicadas al transporte del servicio de Postas (Correos), viajeros y mercaderías.

La primera parada se realizaba en la Posta de Aulagas (Posta era una parada obligatoria, Parada y Fonda, con cambio de las caballerías de las Diligencias) a legua y media de Madrid y media de Aravaca, aproximadamente en el paraje conocido hoy por Cuesta de las Perdices. Pasa el camino por el pueblo de Aravaca, La Rosa (hoy Las Rozas); Posta de Las Matas; Lodones (hoy Torrelodones, de: Torre y Lodones); La Fonda de la Trinidad (Villalba). De aquí a la Posta de Salinas (en la hoy carretera de Segovia por Navacerrada); Collado Villalba; Pedrete (hoy Alpedrete) y Collado Mediano.

Saliendo de la Posta de Navalejo (desaparecido este lugar), se sube a lo más encumbrado de la Sierra, bajando por un terreno suave y agradable hasta llegar a San Ildefonso, cubierto todo el camino de un bosque espeso de pinos muy elevados. Es la parte de Castilla la Vieja.

De Castejones a Valsaín, La Granja y Segovia, y de esta capital a Villacastín, de donde se parte hacia la Sierra de Guadarrama.

Es muy singular la porción de piedras que se ven por todas partes, sueltas sobre la misma tierra o en grupos, por lo común de una mole considerable. La llaman berroqueña; es una especie de granito; la hay más y menos dura. Los edificios principales de Madrid son de ella.

De Villacastín a San Rafael, pasando por las Navas de San Antonio, siempre por el centro de la montaña, acompañado siempre de las piedras. El terreno es muy apropiado para toda clase de ganados, en el que no faltan encinas.

La Fonda de San Rafael no es mala. Inmediata a la dicha Fonda está la Parroquia de San Rafael, toda ella fabricada de la dicha piedra de granito, pero de la más blanda; tiene un pórtico con seis columnas dóricas cada una de una pieza; y encima una balaustrada de la misma piedra con remates· la cúpula de la iglesia termina en forma de torre. En el patio hay una fuente para el público. Son mejores las aguas que bajan de las vertientes de la montaña.

Desde este mismo punto se juntan los caminos de Francia con el de Segovia, Castilla, Galicia y Asturias. Hay una columna que lo indica y una inscripción que hace memoria de Fernando VI.

Hasta aquí lo reseñado por don Antonio Ponz el cual nos da a conocer unos interesantes datos sobre la fábrica de la primera iglesia construida en San Rafael, y aunque no nos da datos del interior, ni del Rosetón, ojo de Buey de la fachada principal, no por ello desmerece su información.

Yo recuerdo de esta iglesia haberla visto en pie, tal y como la mandaron construir, y también vi cómo la desmontaban piedra a piedra y la trasladaban a una parcela comprada por el doctor Goyanes en las proximidades de Arroyo Mayor, en cuya parcela construyó un magnífico edificio, todo él de piedra de sillería, aprovechando toda la piedra procedente de la iglesia mencionada.

I CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE SAN RAFAEL -

Por los datos del señor Ponz, podemos deducir el estilo de la iglesia, una mezcla de románico con reconocimiento, porque si la balaustrada, pórtico y rosetón pueden ser del Renacimiento, la torre encima de la cúpula pertenece más al Románico, prueba, la iglesia de San Martín de Segovia.

Vamos a completar este modesto trabajo con unos datos facilitados por don Ambrosio del Castillo, cura párroco que fue de la iglesia de San Eutropio de El Espinar, el cual nos dice en un escrito fechado el 29 de enero de 1797 lo siguiente:

«que él la vio construir, la bendijo por orden del Señor Obispo, y que también por orden del Señor Obispo el día 19 de marzo de ese mismo año fiesta de San José, celebró la primera misa y colocado el Smmo. Sacramento en el Altar, el día 25 del mismo mes y año, día de la Encarnación del Señor.

Desde el día de su inauguración hasta el día en que llegó el teniente Vicario a hacerse cargo y vivir en la iglesia, porque había vivienda para él, puse el Smmo. Sacramento en el altar y prediqué el primer sermón.

La Vicaría, con residencia fija, estaba dotada con 500 ducados por S. M. sobre el Portazgo del Puerto de Guadarrama. Hay tres vecinos y la Fonda.»

El lugar en que estuvo ubicada la mencionada iglesia de San Rafael, de la que no queda ni la más leve señal de su existencia, se hallaba en el espacio comprendido entre la carretera de Madrid-Segovia, Madrid-La Coruña, cuya forma poligonal es la de un triángulo isósceles con su base al oeste y el vértice al este. El cerramiento del atrio, contorno del espacio, lo estaba por un muro de mampostería rematado por losas albardadas.

En la actualidad todo este espacio, o por lo menos la mayoría de su superficie, está ocupado por edificios destinados a viviendas y locales comerciales.

Los actuales propietarios del lugar en donde estuvo la iglesia, con su atrio circundante, es don Félix G. Polo, o sus herederos, heredado de sus tíos don Juan Polo y doña Cirica Gómez de Castro.

Para los curiosos y recopiladores de datos históricos de los aconteceres del pueblo, les diremos que el nombre que hoy tiene este delicioso paraje llamado San Rafael, ingresado en la toponimia espinariega, lo debe a la dedicación al Arcángel San Rafael, protector de los caminantes, patrono de su primera iglesia.

Sirvan estas mal hilvanadas líneas para rendir un homenaje recordatorio a aquellos hombres, espinariegos nativos o de adopción, que con su esfuerzo, sacrificio y tesón han conseguido, auspiciadas en muchos casos por el Ayuntamiento de El Espinar, crear este espacio comercial y turístico, en un ambiente de reposo y tranquilidad, que es hoy la barriada de San Rafael.

Julio de 1984.

FÉLIX SEGOVIA RINCÓN