Dicen muchas personas que la pandemia ha alterado nuestros límites de paciencia, que parece como si nos hubiéramos deshumanizado después de darlo todo y mostrar solidaridad a borbotones.
Les doy la razón, parece que es un mal que afecta a TODOS, lo vemos cada día en la calle, en los comercios, en la educación de las personas, parece que algunos están deseando tener un conflicto para llegar a las manos o perderse el respeto. La crispación nos está calando hondo. ¿Esta es la educación que queremos dar a nuestros jóvenes?