Guerra Civil: "Vecinos huyendo al El Espinar"

Interesante colección de fotografías que rescatamos de la Biblioteca Nacional donde dicen "Vecinos del pueblo refugiándose en las casas y huyendo por las calles, con los niños, hacia El Espinar por los bombardeos del Ejército Republicano. Carretera de entrada a El Espinar cortada por árboles talados el 19 de julio de 1936"



Título

San Rafael (Segovia).. [Vecinos huyendo al El Espinar]


Autor

Cortés, Miguel 1891-1960

Fecha
entre 1936 y 1937
Tipo de Documento
Dibujos, grabados y fotografías
Materia
Descripción física
1 sobre (7 fotografías) : papel gelatina; 13 x 18 o menos
Signatura
GC-CAJA/61/10
PID
bdh0000088772
Resumen
Vecinos del pueblo refugiándose en las casas y huyendo por las calles, con los niños, hacia El Espinar por los bombardeos del Ejercito Republicano. Carretera de entrada a El Espinar cortada por árboles talados el 19 de julio de 1936
Descripción y notas
Al verso de algunas fotografías anotaciones manuscritas o mecanografiadas
En algunas fotografías manuscrito o en etiqueta pegada al verso el nº de serie (3/) y nº de orden dentro de ella
Al verso de algunas fotografías, mecanografiado "FRENTE DE GUADARRAMA" /"julio de1936/ julio de1937"
150 años de fotografía en la Biblioteca Nacional p. 277.
Julio de 1936 -1937
Fondo trasladado en 1980 desde el Ministerio de Cultura a la Biblioteca Nacional
Ministerio de Información y Turismo. Sección Guerra Civil
Fotógrafos, agencias y organismos: "Fot, Cortes (manuscrito a lápiz)"
Guardado en Caja nº 61
Condiciones uso/reproducción
Solo se autoriza un uso privado o de investigación

















MARCHA ORDENADA DEL MONTE DEHESA DE LA GARGANTA. 1862-2000. EL ESPINAR, SEGOVIA

Autores: José Ceballos Aranda* & Juan Carlos Martín Muñoz**


RESUMEN

Se realiza un recorrido por la historia ordenada del monte desde 1862, año en que José Jordana redacta la Memoria de Reconocimiento de La Garganta. Se analiza el momento en que se aborda la ordenación, las primeras dificultades para su puesta en práctica, y el diferente grado de seguimiento
mostrado a lo largo del siglo XX. De forma abreviada y como conclusión, se apuntan las principales directrices de la nueva revisión, basadas en los conocimientos obtenidos a lo largo de este periodo.

SOBRE GONZALO RUIZ DE MONJARAZ Y JUANA DE HORTIGOSA (y V) por Servando Hurtado

Continuando con la Fundación Gonzalo de Monjaraz, es lo único que quedó del Mayorazgo, pues como hemos visto las circunstancias hicieron que se perdiese el propósito de Gonzalo, el fundador, de continuar su apellido en el Mayorazgo.

SOBRE GONZALO RUIZ DE MONJARAZ Y JUANA DE HORTIGOSA (IV) Por Servando Hurtado

SOBRE GONZALO RUIZ DE MONJARAZ Y JUANA DE HORTIGOSA (IV)
  • -Confirma y recuerda que los “BIENES DE MAYORAZGO” de mejora, que fueron: “TRES CUENTOS (3 MILLONES DE MARAVEDÍES), DEHESA DEL BRANERO EN LA TORRE MARY ESTEBAN” EN LO QUE NOS COSTO, Y DEMAS LE DIMOS EL CARRASCAL” (Los Ángeles de S. Rafael), que dieron para el casamiento de su hija Juana, iban condicionados a la conservación del Mayorazgo con el nombre de su difunto esposo “PARA QUE TODO ANDE JUNTO EN MAYORAZGO EN NOMBRE DE MONJARAZ”, que debe cumplirse “…Y DECLARO PARA QUE SE GUARDE Y CUMPLA LA VOLUNTAD DEL DICHO GONZALO DE MONJARAZ”.

SOBRE GONZALO RUIZ DE MONJARAZ Y JUANA DE HORTIGOSA (III) por Servando Hurtado Gonzalez

Como he comentado, Juana de Hortigosa sobrevivió a su marido treinta y dos años. El
20 de mayo de 1549 hizo testamento ante Pedro Pinto escribano público de su Majestad en El Espinar, siendo testigos el clérigo Pedro Hernández Serrano, y los vecinos Antón Gutiérrez y Juan Serrano, a quienes pidió firmaran en su nombre, pues ella no sabía escribir. En este documento establece como testamentarios cumplidores de sus últimas voluntades al Bachiller Millán, cura de San Eutropio, a su hija Elvira y a su nieto Gonzalo, pues su hija mayor Juana ya había fallecido, a los cuales da su poder para que, de sus bienes, o si tienen que vender, o almoneda, o demandar, pero que hagan lo necesario para que se cumpla su voluntad. Y que, una vez cumplidas todas las mandas, nombra como herederos universales a partes iguales a los citados Dñª Elvira y D. Gonzalo.


SOBRE GONZALO RUIZ DE MONJARAZ Y MEXIA (II) por Servando Hurtado Gonzalez

En este interesante documento testamentario nos da muestras también de su gran sentido religioso y humano, recordándonos en cierto modo, al testamento de Dñª María de Prado, ya mencionado anteriormente. Primero encomienda su alma al Señor y a la Stma. Virgen, y pide perdón de sus faltas y pecados. Pide que se le entierre en la sepultura de su padre Perucho de Monjaraz en San Eutropio y que se diga una “Vigilia de vino según se acostumbra de hacer en dicho lugar”. A continuación, manda que se den a 100 pobres cien reales (¿aprox. 650,00 €?) por amor de Dios por que rueguen por su alma el día del entierro.

SOBRE GONZALO RUIZ DE MONJARAZ Y MEXIA (I) por Servando Hurtado Gonzalez

Hijo de Pedro de Monjaraz y López de Avendaño y de Isabel Mexia y Contreras, Gonzalo fue un afortunado ganadero afincado en El Espinar, pero con una importante presencia en tierras de Badajoz.
El padre conocido por Perucho de Monjaraz, natural de la Villa de Durango, era hijo de Rodrigo Ibañez de Monjaraz, Señor de esta Casa en su villa, y de Mary López de Avendaño, cuyo padre Juan de Avendaño, el Viejo, era Señor de Urquiza y Villarreal. Siendo bien joven, cuando pasó el Príncipe Enrique por la Villa, le tomó cariño y le crio en Palacio, llegó a ser una de las personas de confianza y más favorecidas por Enrique IV, y fue nombrado Alcaide del Alcázar de Segovia primero y del Alcázar de Madrid después, entre 1456 y 1464. En varias ocasiones estuvo guardando de la seguridad de la familia real en el Alcázar ante los movimientos convulsos e intrigas por la sucesión a la Corona de sus hermanos, el Infante Alfonso y la Infanta Isabel.